Todas las personas que pasan por nuestra vida dejan algo que recordar: una lección, una emoción, una herida, un suspiro. Es imposible pensar que pasan en vano, si modificarnos, sin absoluta importancia.
Hay muchas personas que permanecen en nuestro recuerdo; otras es mejor olvidarlas y desterrarlas de nuestro pensamiento. Pero ya sea que permanezcan o desaparezcan, siempre hay algo que nos obligará a recordarlas de alguna forma, aunque su figura deje de significar algo para nosotros.
Después de todo, de eso se trata la vida: un ir y venir. Aunque sea efímero, un sólo instante, un soplo en nuestra nuca, un beso, un abrazo, una palabra que nos motive a seguir inflando nuestros pulmones.
Tal vez aquellos desterrados nunca vuelvan, pero algo es seguro, siempre vivirán en nuestra memoria...
No hay comentarios:
Publicar un comentario